Ayer me enteré de la trágica muerte de un amigo, un hombre joven, dedicado apasionadamente a la vida espiritual. Nunca lo conocí en persona, pero tuve la oportunidad de percibir su energía, escucharlo y aconsejarlo en una muy breve etapa de su vida. Una persona con mucha luz, candidez, amoroso y me atrevo a decir que con mucha inocencia.
Su muerte me hizo reflexionar y quise compartir estas líneas con quien quiera leerlas; resulta que desde el momento en que nacemos lo más seguro que tenemos es la muerte, puede suceder inclusive antes e inmediatamente después del parto, en días, meses, años o en muchas décadas después; debemos aceptar que ni usted ni yo vamos a escapar de ella, de hecho me viene a la mente una frase que utilizaba un locutor como cortina de su programa radial que decía: "no se preocupe que de esta no salimos vivos ".
La muerte es inevitable, es algo por lo que tenemos que pasar, pues no estamos aquí para quedarnos como semillas. Y no importa de que raza seas, si tienes dinero o no, todos vamos a morir (aunque suene feo, detestable, desagradable) , porque nuestra cultura occidental nos invita es a la vida, al disfrute. Sin embargo en los países orientales tienen un concepto distinto de la muerte, hay religiones en las que se preparan para ella, y es como una graduación, una meta, la festejan.
Es común escuchar cuando alguien fallece "tan bueno que era y se murió " "por qué le pasó eso si era tan buena mujer ", señores todos fallecen y eso no tiene nada que ver si eres buena o mala persona. Para fallecer sólo hace falta estar vivo.
Lo ideal seria que la muerte suceda siendo ancianos, cuando ya nadie dependa de nosotros, para que no cause gran conmoción como lo leí en un libro de nuestra bella Conny Méndez; sin embargo no todos corremos con ese privilegio. La gente fallece a cualquier edad: niños, adolescentes, madres y padres jóvenes, ancianos, etc. Y eso no lo controlamos ninguno de nosotros, ni la ciencia, ni los brujos y religiosos, porque existe algo allá arriba mucho más grande, cuyas razones y propósitos escapan a nuestra comprensión humana.
Según bibliografía consultada de nueva era algunos autores afirman que cada ser viene a esta experiencia con un libro en blanco, con libre albedrío, no obstante ya trae unas tareas, lecciones asignadas para su evolución que debe transitar y tiene un tiempo ya establecido de duración, inclusive algo que llaman en ciertas técnicas espirituales "una muerte programada " .
Es un tema un poco difícil de tratar por las creencias religiosas, hay gente que no cree en la reencarnación y se les respeta. Sin embargo personas que estudian durante años , autores del mundo espiritual manifiestan que en algunos casos de los niños que fallecen de cáncer o de otra enfermedad es porque ya fue un acuerdo antes de nacer, las razones pueden ser múltiples a veces es un alma que se ofreció para traer un aprendizaje al grupo familiar, en otras ocasiones es que ella necesita esa experiencia para su nivel de evolución.
En resumen cuando alguien fallece es porque le toca irse, porque su tiempo se terminó y hasta allí era que le correspondía llegar en este viaje llamado vida. Pasa algo así como la película Destino Final, si el alma debe irse será a través de una enfermedad, accidente, asesinato, etc. A veces el asesino que le quitó la vida fue la herramienta utilizada para que se tenga que ir.
Es algo que escapa a nuestro entendimiento, cada alma trae un paquete distinto, inclusive he escuchado que hay ocasiones en que el alma ha elegido fallecer de una enfermedad larga y terminal porque lo necesita para su aprendizaje. Otros vienen y se ofrecen a tener una muerte trágica que conmociona o es un detonante para una colectividad.
A veces tal vez los que estamos en este camino espiritual no nos tomamos muy a pecho las tragedias que ocurren por desastres naturales o en conflictos bélicos, porque en este mundo las cosas no ocurren por casualidad. En las películas de mi médium favorito Chico Xavier se hace referencia que cuando va a ocurrir una tragedia que generará gran número de muertes se preparan allá arriba para recibirlos, como una especie de operativo. ¿Será cierto o no? Algún día nos enteraremos.
Hace dos semanas también recibí la noticia de la muerte de una mujer joven, la cual dejó huérfano a un bebé de 15 días de nacido. Nos da mucho pesar, sin embargo ese niño que eligió nacer a través de ella, vino para vivir esa experiencia, trae su misión de vida, ella fue la madre biológica el canal para que el viniera y otra se encargará de su crianza. A veces vemos cosas que nos perturban, que no comprendemos, sin embargo hay que confiar en Dios, en la vida.
Otras personas aferradas a su fe, argumentan que después de la muerte no hay nada más. Que vamos a un sitio llamado seol, ellos indican que cuando fallecemos ya no tenemos la capacidad de pensar porque nuestros órganos vitales se paralizaron, ni de sentir. Y en realidad suena lógico y es en lo que ellos deciden creer y se les respeta.
Lo cierto es que desconociendo si vamos al cielo, al infierno, a casa o al seol, de todas formas lo inevitable es que algún día nos tocará el turno de morir; todos estamos conscientes de ello, no tenemos duda de que existe la muerte.
En esta nueva era donde estos temas son abordados abiertamente, el caso del programa de la Medium, la carismática Teresa; como ella hay muchos canalizadores; y existe muchísima gente que no cree en ellos que le dicen estafadores, pecadores o cosas del mal. Sin embargo otras personas son receptivas a esta información, los cuales argumentan que es satisfactorio creer que luego de la muerte hay algo más, que no todo termina allí, eso les da esperanza.
Es como por ejemplo no me consta, no es mi opinión personal pero he leído y visto muchas películas y programas paranormales y los que estudian este tipo de fenómenos “más allá de la muerte”, argumentan que algunas de las llamadas “almas en pena” están así porque se aferran a una casa o algo material o a un trabajo y por ello no se van del sitio, así como aquellos que no sueltan el dolor, o atraviesan una situación trágica. Quedan atrapados, atascados en este plano repitiendo una y otra vez esa escena no pueden avanzar al lugar que les corresponde. Otros no van al lugar llamado “luz” por miedo.
Y si esto fuese cierto señores, lo más saludable en esta vida en el aquí en el ahora es el desapego, es fluir para ser feliz acá y pareciera que también nos ayudará para el más allá.
Para finalizar la muerte no es buena, ni mala, sencillamente es. Estemos de acuerdo o no, ella sucede. Cuando nos toque el turno lo sabremos.
Por ahora, disfrutemos, aprovechemos nuestro tiempo de vida.
Celebra la vida, celebra que cada día es una oportunidad que te está dando Dios hasta que llegues al final de tu camino.
Por eso trata de vivir con un equipaje ligero, ¿a qué me refiero? Independientemente en lo que creas, de la religión que profeses suelta las tristezas, el drama, el rencor, el odio y resentimiento; de vez en cuando has limpieza mental y emocional, No te aferres a nada en esta vida, donde lo único permanente es el cambio.
Comencé comentando sobre mi amigo y cierro con él, y a veces las personas piensan que con la muerte hay una pérdida, por eso cito este frase de Facundo “No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó porque para allá vamos todos, además lo mejor de él, El Amor, sigue en tu corazón”.
Mi amigo se fue, se adelantó sin embargo dejó muchas cosas bonitas entre la gente que lo aprecia y recuerda con mucho cariño. No sabemos a dónde fue, lo cierto es que ya no está. Igualmente nos pasará a ti y a mi, algún día ya no estaremos.
Sólo cuentas con este momento, con el presente, con el ahora. El más allá será importante cuando nos suceda, pero aún estamos en el “MÁS ACÁ” en la VIDA, en esta bella aventura, pasantia, oportunidad… aprovéchala para lo bonito, amar sinceramente, disfrutar en todos los sentidos: tener paz en tu corazón, ponerte lo que te gusta, comer, ser feliz, bailar, compartir. Eso es ahora!!! No permitas que te llegue el turno de irte sin vivir a plenitud. Y siempre, siempre andar con ligereza de equipaje en tu alma.
No te guardes nada, no seas pichirre contigo (si te gusta una ropa y tienes cómprala, o disfrutar de los postres que te encantan, o el viaje que quieres hacer, etc). Ojo con esto “Ser feliz no es tener una vida loca y desmedida” eso es de inmaduros, hay que saber vivir. No tenemos la certeza si hay algo después de la muerte, así que disfruta, sé tú, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, comparte con tus seres queridos. Honrar a Dios en tu día a día, para mi esa relación con el creador es vital.
La muerte nos llegará algún día, por ahora nos enfocamos en VIVIR y en bienestar; eso es actualmente nuestra prioridad, la reflexión es que “si hay algo más allá de la muerte o no” vamos a dejarlo en manos de Dios, cuando llegue ese momento nos encomendaremos a él y que sea su voluntad.
Recordando a mi bello amigo espiritual Juan Carlos… Gracias por lo que compartiste, y porque en tu memoria próximamente escribiré sobre el tema por el cual tuve el placer de conocerte: los Ángeles. :)
Bendiciones
Eglee Yadira
No hay comentarios:
Publicar un comentario