domingo, 31 de diciembre de 2017

LA VIDA ES...


La vida es….
Magia, alquimia, porque dentro de ti existen cosas más fantásticas que los poderes de cualquier protagonista de ficción, desde la estructura de tu cuerpo, hasta tus pensamientos y todo lo que puedes crear sin saberlo, sin aún ser consciente de ello.
Desde tus palabras, que tienen poder, se convierten en decretos
Tu imaginación, puede hacerte visualizar escenas que si le das intensidad podrías materializar
Magia de atraer, crear lo que desees, sea bueno o malo, estés al tanto o no. El universo te hace parte de ello.

La vida es….
Amor, más que sentimiento, es la fuerza de mayor poder en la existencia, todo lo puede. Estamos hechos de amor, eso nos une a Dios, a nuestros hermanos y hace que valga la pena cada amanecer, cada anochecer. Es lo más sublime, y puedes apreciarlo en cada obra hecha por Dios, en cada idea inspirada por nuestro padre.
Siii la vida es amor…
Así no lo creas

La vida es….
Aventura,  la experiencia, el viaje, turismo extremo en ciertas oportunidades de alto impacto. Y tu misión es disfrutar a plenitud, no te distraigas,  no pierdas detalle en él, todo cuenta, comparte, exprésate, contempla, arriésgate, ráspate las rodillas pero goza y sé feliz en esta maravillosa travesía.

La vida es….
Aprendizaje, consta de pruebas, lecciones, las cuales sino son superadas  te las repiten, y así vas atravesando etapas que te preparan, en la que descubres y te reencuentras con tu esencia. Jamás es dura, porque todo es aprendizaje.

La vida es….
Celebración, todo lo que conforma la vida es una fiesta, desde la naturaleza con su flora y fauna, el sol, el cielo, celebran permanente con su color, alegría, con su esencia
El vaivén de las olas, los cantos de las aves, el perfume, la sencillez y a la vez  esplendor de las flores.
Es una danza desde todas las  estructuras que la conforman, tiene su música especial.
Sé parte de esta celebración de vivir, sonriéndole al mundo, a Dios
La vida es…

oportunidad que nace con el fastuosidad de cada amanecer, la cual puedes aprovechar o no, para ser feliz, para ser sencillamente tu o si lo decides la puedes desperdiciar en sufrir, en amargarte.
Todos los días es una oportunidad maravillosa
No la desaproveches,

 La vida es…
Cambio, cada segundo, minuto, hora estás cambiando, ningún momento es igual a otro. Por eso no te aferres a nada ni a nadie, abandona la ilusa pasión por la seguridad, pues la impermanencia es la constante en nuestro camino. Todos envejecen, todos cambian, el tiempo a nadie perdona en este período llamado vida. Lo único que permanece intacto es Dios y su misericordia por nosotros.
Todo pasa, excepto Dios, afortunadamente.

La vida es…
Libertad, no te obliga a nada, la decisión es tuya, puedes escribir tu propia historia,  dibujar en el lienzo en blanco que se te ha dado.
Para nadie es un secreto que tienes libre albedrio, eliges lo que quieres llegar a ser, tu camino.
Eres libre para decidir la calidad de tus pensamientos, de lo que sientes y de cómo  enfrentas las circunstancias.
Por eso elige bien, decide bien y ama lo que la vida es...

La vida es…
Belleza, así te empeñes en luchar en verla como difícil, dura y cruel…  tiene un esplendor bello y único, en cada ser viviente está la chispa de Dios; la vida es hermosa  constituida por etapas, momentos, experiencias.
Es bonita porque fue creada por nuestro padre, y depende de ti ver la belleza en cada situación, persona o cosa que se te presente.

La vida es aquí, ahora.

Y para ti ¿qué es la vida?

Bendiciones,

Egleé Yadira


sábado, 28 de octubre de 2017

CUANDO MIRAS AL CIELO


Cuando miras al cielo, te percatas de su inmensidad, de que las nubes pasan y las tormentas también. .. pero el sol siempre sale

Te sientes tan diminuto al observar su grandeza, y te das cuenta de que si sueltas al cielo tu sufrimiento, angustia o preocupación se desvanecen, se hacen tan pequeños los motivos de tu infelicidad temporal. 

Esa sensación de que existe algo más allá, un poder maravilloso, sublime y bonito te roba un suspiro del alma. 

Viendo al cielo de día se puede conectar con un color azul tan hermoso que te contagia de quietud; abriendo nuestra mente y creatividad podemos visualizar figuras en las nubes, imágenes hasta divertidas, se convierte en un espectáculo. Te llenas de optimismo, de alegría,  el cielo te dice e inspira a que todo es posible si lo crees, si lo quieres genuinamente. 

Y si es de noche esa oscuridad brinda la percepción del infinito, es mágico ; podría hacernos pensar que las estrellas más lejanas quieren darnos una señal. A veces se asemeja a una cartelera gigante que desde nuestro corazón nos permite dejar mensajes para aquellos que están lejos de nosotros, incluyendo para aquellos que ya no están en este plano. 

Ni hablar del sol, y de su novia Luna, astros extraordinarios que acompañan a los más sentimentales, inclusive a los que no lo son. Están allí silenciosos, no obstante siempre espectaculares y transmitiendo esa magia bonita, cumpliendo con su función aunque a veces los ignoremos. Un amanecer, mediodía o atardecer, una luna llena, menguante,  etc.  Energías van y vienen, tal vez no nos percatamos de ello. 

Además está lo que no podemos ver con nuestros ojos físicos, sino sólo percibir, estoy segura que esa conexión es también con aquello que llamamos "el más allá " que nos rodea y somos parte de ello pero no lo sabemos por ahora. 

El mensaje es que el cielo es fuente de inspiración,  no es sólo para los enamorados de otro, sino para los enamorados de la vida, para cuando tengamos alegría miramos al cielo y le decimos "gracias Dios " y nos deleitamos con esa plenitud, grandeza, se convierte en una experiencia sublime y espiritual. 9

Quisiera seguir reflexionando, son unas líneas que surgieron mientras estaba esperando en una parada de un mercado popular; cuando volví la mirada hacia la tierra escuché los gritos de los vendedores informales, me percaté del tráfico, el calor y hasta de la hora,  etc. 

Creo que de vez en cuando mirar al cielo nos hace bien. ..

Bendiciones, 

Eglee Yadira 


jueves, 19 de octubre de 2017

LA MAGIA DEL SERVICIO



¿Qué es lo primero que se nos viene a la mente al escuchar la palabra “servicio”?

Existen varias definiciones entre las cuales se destacan: es un trabajo que se hace para otra persona, conjunto de actividades que se realizan para satisfacer a un cliente, favor o beneficio que se le efectúa a alguien, actividad económica, personas que trabajan como criados en una casa, etc.

Como especialista en Mercadeo, el concepto es la prestación de un bien intangible, además de emplearlo como estrategia de diferenciación con la finalidad de lograr la fidelización de los clientes; sin embargo desde el ámbito espiritual tiene una dimensión profunda, gratificante y hermosa.

Particularmente me gusta esta definición en un sentido amplio que afirma es el conjunto de acciones  que son realizadas para servir a alguien, algo o alguna causa. Y qué significa “servir”: ser útil, trabajar, producir.

Cuando realizas esta actividad  con amor te brinda muchas satisfacciones personales. No obstante algunas personas no les agrada la idea de prestar servicio porque lo confunden con servilismo, lo cual es sumisión ciega, adulación, esclavitud. Es un término (servilismo) usado como degradación de la dignidad, es decir despectivo.

Teniendo claro los dos conceptos podemos discernir que servicio no es lo mismo que servilismo,  pues tiene un valor profundo, más allá de las estrategias de marketing, y definirlo como actividad económica, como un producto intangible,  en su mayor expresión implica en sí un aliciente espiritual, es tan maravilloso  que se trata del trabajo, de producir en beneficio de otros o de una causa; y lo más sublime, en su máxima expresión es poder servir a Dios, a través de nuestra vida, de nuestros talentos y trabajo.

Que hermoso es escuchar de alguien que tuvo una vida de servicio a Dios. Me gusta mucho leer la biografía de los santos, pues hay muchas historias motivadoras y como ejemplo tenemos a nuestro venerable José Gregorio Hernández, una vida de servicio a Dios a través de su inteligencia, estudios, de su labor de médico, investigador, ciudadano y profesor.

Ahora bien, muchos creen que si no son misioneros o religiosos no pueden servir a Dios, todos podemos prestar servicio al padre ¿Cómo? poniendo a su disposición nuestros talentos, a través del trabajo diario. No importa el lugar donde se encuentre, comience desde allí a bendecir su día a día, a dedicarle su labor al todopoderoso.

Usted no trabaja para sus jefes terrenales, sino para el padre. Su trabajo es un servicio, tal vez no sea consciente en este momento del impacto que pueda tener en cada persona con la que haga contacto, de cómo el resultado de su faena pueda beneficiar a un usuario o consumidor. Rece y pregúntele al padre ¿en qué te puedo servir? ¿Cómo puedo serte útil con mis talentos? “Pongo con todo amor y humildad mis talentos a tu disposición, por favor muéstrame el camino en el que pueda serte útil”. Y esto cambiará su vida, porque ya será consciente de que usted es instrumento de Dios y será bendecido.

Es cierto también podemos prestar servicio como voluntarios, en obras de caridad, en actividades y tradiciones del culto o religión que profese; a pesar de ello hago hincapié en que Dios está con nosotros en el día a día, no es suficiente  dedicarle sólo unas horas o minutos a la semana o al mes, resulta que es en la "actividad principal" en la que nos desenvolvemos donde hacemos el servicio al padre, nuestra bella contribución a su obra.

¿Por qué afirmo que el servicio a Dios está relacionada con la labor del día a día? Porque resulta que los talentos, la vocación y hasta los hobbies que usted tiene no son casualidad, son parte de su equipaje, de las herramientas que Dios le dio para cumplir su misión en esta vida, para autorealizarse, ser feliz.

La magia del servicio nace desde nuestro interior, escuchando la voz del corazón, cuando nos dejamos guiar por esa brújula que nos indica lo que nos gusta, esas actividades que nos llenan de alegría,  sintiendo ese llamado, esa pasión que te impulsa y arrastra hacia determinada profesión, hobbies u oficio.

Por ello es crucial que conozcamos nuestros talentos, elegir el oficio o profesión que nos gusta, eso que nos hace vibrar el corazón, ya que si lo dedicamos al Padre, todo fluirá desde el alma, estaremos en armonía con el Universo, desde nuestro sentir; el día a día de trabajo será una bendición no un simple compromiso y de allí todo lo demás vendrá por añadidura. ¡Ame su trabajo!

No sólo labora por un pago, por un quince y último, o por una comisión; sino que es un servicio a Dios y eso nutre el alma, satisface. Como dicen por allí “Donde sea que Dios te haya plantado florece”, tal vez muchas personas piensen que su labor no es tan espiritual o no está muy relacionada al servicio del todopoderoso; pues están equivocados porque nuestro padre está presente en todas partes, y principalmente dentro de nosotros, sólo debemos darnos la oportunidad, pedirle su guía para serle útil en el lugar donde nos corresponda estar en ese momento.

Quisiera hacer énfasis que nuestro trabajo debe ser en beneficio de los humanidad, para el bien, por nuestros valores no podemos participar en actividades que dañen o perjudiquen a alguien.

Esas creencias de que el trabajo lo hizo Dios como castigo son falsas,  todo lo contrario es otra bendición del padre, a través de la cual crecemos, compartimos, evolucionamos a nivel espiritual, personal y profesional.

Así que el trabajo nos dignifica, no importa que profesión u oficio tengas, siempre que sea honrado podrás ser útil a la obra de Dios. Si le agrega el toque de amor, se divierte, lo hace bien, lo disfruta, tiene la ética e integridad presente, trabaja en armonía con sus compañeros y es conciente del impacto de su servicio, tendrá el éxito garantizado. ¡Será feliz! y esa energía se proyectará.

No estoy descubriendo América cuando afirmo que existen personas que sirven a la ambición desmedida, al dinero, poder, fama, a las posesiones materiales, pierden los escrúpulos y no les importa llevarse por delante a cualquiera, incurren en estafas, corrupción, etc. Eso es servir al mal, pues usan sus talentos en búsqueda de satisfacciones fugaces.

Siempre he tratado de que las personas que trabajen en mi entorno se enfoquen en laborar con entusiasmo y ética. Muchos manifiestan que no vale la pena esforzarse porque los jefes, las empresas no lo reconocen, y les he dicho que lo importante es que nuestra conciencia esté tranquila, la satisfacción personal nadie te la puede quitar. Además lo más valioso es nuestra integridad ante Dios, porque todas nuestras acciones son vistas por una multitud allá arriba en aquel lugar llamado “cielo” y tal vez podamos engañar a los demás pero al padre no.

Además quisiera aclarar que para dar lo mejor de nosotros no necesitamos adular, engañar, menospreciar, ni violar los derechos de nadie. Además de amor y respeto por los demás se debe tener “humildad”, palabra corta pero que  abre las puertas en todas partes del planeta. Asimismo si coloca sus talentos al servicio del padre, no es apropiado ser arrogante, pues eso no concuerda con ser  instrumento de luz. Esa actitud de humildad presente en el momento de la oración no se debe olvidar en el día a día.

Otra acotación importante es que amar nuestro trabajo, no es aferrarnos a una empresa, a un cargo, al poder o posición. Es amar lo que hacemos, que en cualquier empresa, negocio, país donde nuestro camino nos lleve seamos ese instrumento del padre para el bien., recordar que todo es temporal y cambiante.

Igualmente  debemos evitar hacernos adictos a la labor, tener un equilibrio, amamos el don de Dios llamado Vida, y eso implica cuidarnos, comer a las horas indicadas, dormir, descansar lo suficiente, recrearnos, compartir; en pocas palabras recordar que hay tiempo para todo.

En resumen según lo expuesto en los párrafos anteriores la magia del servicio se inicia en nuestro interior, cuando se hace desde el corazón, a través de él sirves a Dios, y ¿Cómo? Siendo diligente, haciéndolo bien, con amor, alegría, optimismo, honestidad y dedicación. Bendiciendo cada día nuestra labor, dedicándoselo al todopoderoso, poniendo nuestros talentos a disposición del bien,  dándole las gracias cada noche por la oportunidad y finalmente decidiendo ser luz en el lugar de trabajo, colaborando, trabajando en equipo, respetando y valorando a los demás, actitud de humildad y siendo la mejor versión de ti mismo (a).

Todo ello le abrirá los caminos a nuevas oportunidades, quizás a darse cuenta de que necesita perfeccionar ciertas cosas, innovar o prepararse. Y el mejor premio será la satisfacción personal de servir al padre.

Este es el primer gran paso para la Magia del Servicio, que muchos autores de marketing han dejado de lado dándole importancia a una sonrisa fingida, a un saludo frío y preestablecido, entre otros.

Para finalizar con esta idea que me fue inspirada y dice que de esta forma su servicio se convierte en algo sagrado, valioso e importante para usted; porque forma parte de su huella personal.

 Que alegría poder servir a Dios en nuestro día a día con amor y disfrutarlo.

Todos los días agradezca no sólo porque tiene trabajo, sino por esa maravillosa oportunidad de ser instrumento de luz con sus talentos. Recuerde no todo es dinero, no sólo de pan vive el hombre.

Bendiciones,

Egleé Yadira



domingo, 9 de julio de 2017

Misión de Vida


Es un tema sumamente interesante, del cual quería escribir hace algún tiempo, porque a la gran mayoría nos da curiosidad en algún momento plantearnos la siguiente pregunta ¿Cuál es mi misión de vida?.  Es algo trascendental para cualquier persona.
Si buscamos la definición de “misión”, nos indica que es la razón de ser de algo o alguien, o un trabajo en particular que debe cumplir una persona o grupo. Entonces cuando decimos “Misión de Vida” es lo que alguien viene a cumplir en este camino de su existencia, la razón de ser que esté acá con vida.
¿Qué vine a hacer a este mundo?  Hay mucha gente buscando respuesta a esta pregunta, y acuden a brujos, adivinos, psicólogos, amigos, etc., para que alguien les diga algo al respecto
Hemos visto a lo largo de las historia, la misión de los mesías, y también de las personas que han tenido ideales y han logrado algún aporte significativo en la evolución de la humanidad tanto a nivel científico, político, artes, etc. Y muchos dicen “ese hombre estaba destinado para eso”  “esa era su misión”.
Bueno en realidad nada ocurre por casualidad, si algo aprendí es que nuestro padre celestial es un Dios de propósitos. Todo tiene una razón de ser, y nosotros tenemos un propósito de estar acá. Quizás no todos somos elegidos para salvar un país, o para ser inspirados en la invención de una vacuna para una enfermedad, etc., no obstante si existe una misión para cada uno de nosotros.
Me encantó este párrafo que me llegó anónimo por el internet: “Todos tenemos un propósito, cada semilla, cada ave, animal, célula, y estrella tiene un propósito por el cual existen”
Si aún estás en esa búsqueda y  sientes que no has encontrado ese propósito, ten calma. Hay una frase circulando por las redes sociales que me encanta dice algo parecido a esto “¿y si la vida no te exigía tanto, sólo se trataba de que fueses feliz”
¿Cuál es el propósito de que estés aquí en este tiempo? 
¡VIVIR! ese verbo que se lee tan rápido, pero que es tan profundo, y que muchos de nosotros tenemos una idea errada sobre lo que significa,  creemos que se trata de trabajar, dormir, comer, etc. De lo rutinario, de vivir para “trabajar y luchar”. Nacer, crecer, quizás reproducirnos y morir…  ¿eso es vida? Es más que respirar…
Te invito a realizarte la siguiente pegunta ¿què significa para ti vivir?
Vivir se trata de disfrutar al máximo de la creación de nuestro padre. Es deleitarse intensamente el alma en cada momento, en cada etapa. Consiste en regocijarse, sentir,  gozar, de estar en el aquí y en el ahora..
Desde que somos recibidos por el amor de una madre, de una familia. Las primeras ilusiones, el primer amor, primer beso, compartir con tus seres queridos, con tus amigos, los juegos de la niñez, la adolescencia, excursiones, formar una familia, nacimiento de un bebé,  tantas experiencias maravillosas y únicas.
Embelesarnos con un amanecer, la luna llena o el sol desapareciendo en el horizonte.
Amar, reír, soñar y también llorar, experimentar alegrías y tristezas.
¡Vivir es una grandiosa aventura!,
De eso se trata “vivir”, y quizás surge la siguiente pregunta, ¿entonces todos tenemos la misma misión? Nuestro primer objetivo es disfrutar, ser felices, ser nosotros mismos, ser plenos.
Sin embargo cada quien viene con una misión particular, con un proceso de evolución distinto, con talentos únicos. Ante Dios todos somos iguales, a nivel de amor como hijos, sin embargo cada quien trae un equipaje completo y distinto para dar lo mejor de si y desempeñar su rol.
Hay quienes traen en ese equipaje talentos artísticos, otros por las matemáticas, para la cocina, investigación, etc, son dones que les fueron dados para cumplir su objetivo en este plano.
Muchos autores indican que ese propósito está relacionado con lo que nos hace felices, encontrarlo la te da felicidad y la alegría de vivir. Claro, pues cuando tienes ese faro que te guía, sabes hacia donde te diriges te motivas, apasionas por ello.
Sin embargo a nivel espiritual, quiero citar algunas palabras de la canalizadora colombiana  Ana Mercedes Rueda ella comenta que la misión es aquel aprendizaje importante que debemos buscar recibir para nuestro crecimiento y evolución espiritual, lo que venimos a experimentar o aprender atravesando diversas situaciones o circunstancias que se presentan en el camino de nuestra existencia.
La misión no sólo está relacionada con nuestras habilidades, y con lo que nos gusta, pues no vamos a ser “come flor” y caernos a mentiras, en la vida en ciertas ocasiones experimentamos circunstancias difíciles, tristezas, decepciones, accidentes, fracasos etc. Cosas que nos desagradan pero que debemos aceptar y superar para evolucionar, crecer, aprobar la prueba que la vida te está colocando porque no es otra cosa que una preparación que contribuye a tu razón de estar aquí.
Las personas que conoces en esta travesía tienen un por qué, cada escenario en el que te desenvuelves también. A veces hacemos el papel de alumnos y en otras oportunidades de maestros, es un proceso de aprendizaje continuo, ¿Qué me aporta este trabajo o relación? Y debemos ser conscientes del aprendizaje para avanzar.

¿Quién me dirá cuál es mi misión?
Bueno, eso en primer lugar no te lo va a decir nadie, no hará falta que vayas donde un adivino, psicólogo, ni tus jefes, ni tus padres, nadie te lo puede decir; eso se descubre escuchando tu voz interior. En ti, en tu corazón radica la respuesta.
Por eso hago tanto hincapié en conectarnos con nosotros mismos, en conocernos, en ser auténticos y fieles a nuestra esencia.
Es cierto existen profesionales formados para guiar, orientar en procesos personales; sin embargo la certeza la tendrás en tu interior.
Y una vez que la sientas debes tener la valentía de seguir la voz  de tu ama.

¿Cómo la consigo?
La única forma de encontrarla es viviendo, recorriendo tu camino, en tu día a día, estando en el presente. No hace falta que la busques ella se te revelará. Vas a recibir señales, casualidades y eso resonará en tu ser.

¿Cuándo?
El tiempo de Dios es perfecto y eso sucederá cuando estés preparado, ni antes, ni después.
Es por eso debemos confiar, hay personas que pasan por etapas que son  necesarias para prepararlos a lo que será su misión, como si fuese una escuela en las que cursan varias materias y niveles.

Existe un término muy de moda en estos últimos años denominado sincronicidad, la llaman la ciencia de las coincidencias significativas, de la cual escribe Deepack Chopra, que en palabras sencillas es como un rompecabezas, que a medida que vas andando en tu camino se va uniendo pieza por pieza hasta que te das cuenta que todo tiene sentido.
Entiendo de la sincronicidad, que todo está entrelazado a través de una telaraña invisible, a través de señales, llamadas, casualidades, personas, situaciones y siguiendo la voz de tu alma todo se conecta, tiene un significado. Y llega el momento en el que vas a decir esto es”.
Otro aspecto importante es confiar en Dios, fluir. Pues es en el “no fluir” que nos damos golpes y tropiezos, por ejemplo se nos cierra una puerta y nos quedamos allí viéndola, pensando en ella, hacemos hasta huelga de hambre y nos encadenamos a las rejas, intentamos tumbarla; y lo que la vida  está indicando que tal vez esa no es la puerta indicada, sólo tienes que ver alrededor y te percatarás que existen otras más beneficiosas para ti. O tal vez, sólo te está diciendo “no es el momento”.
Y sin ir muy lejos, me tomo el atrevimiento de colocar el ejemplo de nuestro venerable José Gregorio Hernández, el sintió su misión, el llamado en su alma  de servirle a Dios e intentó ingresar al seminario, sin embargo no pudo. La vida le indicó que esa no era la puerta, su misión evidentemente no consistía en ser sacerdote; tuvo que fluir  y encontró en su profesión de médico y profesor universitario  la forma de servirle al prójimo y a nuestro padre todopoderoso de manera excepcional. Es como dicen por allí  “donde sea que Dios te haya plantado: Florece”
No fluir es como nadar contra la corriente, imagínate lo difícil que es eso. Todo tiene una razón de ser en nuestro recorrido, lo que llamamos “fracaso” no es otra cosa que una oportunidad de aprendizaje que necesitamos quizás preparándonos  para algo más grande. Por ello es trascendental ser una persona optimista, que ve el lado bueno de cada circunstancia, si algo no te favorece pregunta ¿cuál es el aprendizaje? Y si no lo ves, no lo obtienes allí, no te preocupes la vida te  la repetirá nuevamente con otros protagonistas.
Otro aspecto importante  es el servicio que se presta a  través de tu misión, preguntarte ¿cuál es la mejor manera en que puedo servir a la humanidad?, pídele a Dios te muestre la forma, y te llegarán las señales, la respuesta de como  ser útil a través de tus talentos, aprendizaje y vida. Es una forma de que tus proyectos estén alineados y bendecidos con el plan divino, que tengas esa capacidad  y disposición de dar.
Entonces para encontrarnos con nuestra misión de vida, autorealizarnos con nuestros dones únicos es imprescindible lo siguiente:
·         Vivir a plenitud día a día.
·         Conocernos
·         Escuchar nuestra voz interior
·         Valentía y determinación para seguir nuestra intuición
·         Fluir y confiar en Dios, en tus capacidades y en la vida.
·         Aceptar, obtener el aprendizaje.
·         Acción
Nuestra misión nunca está directamente relacionada con obtener lo material, sino en algo más maravilloso y sublime que es lograr que tu corazón sonría, los deseos más nobles de tu alma, siendo tú mismo, con honestidad contigo y ante la vida, con tus talentos y todo lo demás vendrá por añadidura.
Hace algunos meses recibí como mensaje esta frase “La vida es magia, La vida es magia”, y es cierto pero no de la que hacen los brujos, o el Sr. Copperfield de las Vegas,  sino el poder de creación que reside en nosotros y que el universo apoya; si aún no se te ha revelado tu misión no te preocupes, vive, goza, disfruta de tu existencia, en tu camino la encontrarás y lo sabrás dentro de ti.
Lo primero es aceptar como misión “amar la vida”, con agradecimiento a Dios hazlo y verás que todo se convierte en una aventura fascinante.
¡Disfruta!  ¡Ámala! De ti depende hacerla bonita, “sé digno(a) de vivir”, se te ha dado para que seas feliz,  hay muchos que desearían tener la oportunidad de aunque sea tener unos meses o un año más.
Ayer estuve viendo en tv una entrevista a una animadora venezolana que viene de atravesar una situación delicada de salud, y ella comentó algo que quiero destacar: “la gente le decía que siempre había sido una mujer luchadora y guerrera, en la circunstancias en las que se encontraba debía luchar, y ella se dio cuenta que realmente lo que quiere es vivir”, su proceso de aprendizaje a través de la enfermedad le reveló que vivir no es una lucha, sino que hay que fluir, disfrutar de cada momento en el presente.
Y para cerrar una expresión que le escuché a una canalizadora revela que la vida no se nos dio para hacer, sino para “Ser”.  Eso es lo más importante, ser uno mismo, ser feliz, ser pleno, ser el hijo predilecto de Dios.
El tiempo es ahora, en el lugar, en la circunstancia en la que te encuentres, amar tu vida debe ser prioridad, y vas a poder elegir lo que haga sonreír tu corazón, lo que te permita “SER” en toda su expresión.

Bendiciones
Egleé Yadira


miércoles, 5 de julio de 2017

LA HERIDA QUE MUERDE .,.



A esta hora 2:30 de la mañana,  quisiera plasmar estas líneas  recordando uno de los libros del padre Ricardo Bulmez, lectura que recomiendo, pues escribe con una maravillosa sencillez y un toque de humor muy peculiar,  en los que podemos encontrar reflexiones muy conmovedoras  para la vida.  En esta oportunidad quiero hacer referencia a uno de sus relatos en el cual comenta que una vez durante su niñez vio a un perro tirado en la calle, lo había atropellado un carro. Para aquel entonces pertenecía al movimiento de scout.

Por ello se dispuso a rescatar a este animalito, detuvo el tráfico y pretendía entablillarle las patas, según su manual de scout.  Con mucho amor se acercó y agarró al perrito, sin embargo para su sorpresa el perro lo mordió. Y debido a este incidente trasladaron a Bulmez para la sanidad y lo inyectaron contra la rabia. 

Esa fue una decepción en su intento por hacer el bien, durante muchos años no lograba entender por qué el perro lo había mordido, si el sólo quería salvarlo, curarlo y tal vez adoptarlo. Pues es comprensible que alguien trate mal al que le haga daño, pero no a quien lo quiera ayudar. 

Pasaron muchos años hasta que logró ver claramente que no era el perro en si que lo había mordido sino su herida y hace esta maravillosa reflexión: 

Cuando alguien está mal,
no tiene paz está herido del alma
y si recibe amor o un buen trato : ¡muerde!
Pero no es él quien muerde,  sino su herida 

Y nos invita a comprender el malestar de las personas que nos rodean. Muchas veces cuando alguien trata mal, grita, ofende o hace daño,  actúa así porque está herido del alma, se siente mal o está atravesando por una situación difícil en su vida. 
Para ello recomienda no defenderse, ni criticar sino comprenderlo, aceptarlo y ayudarlo. 

Excelente reflexión, muchos de nosotros en algunos momentos de nuestras vidas nos hemos sentido mal del alma y tal vez hemos mordido a la gente que nos quiere. Un ejemplo sencillo cuando alguien está de mal humor y llega una persona a querer animarle a mejorar su ánimo, y resulta mordido con un mal trato. 

No hemos sido nosotros los que mordimos intencionalmente, sino nuestra herida,  que además de hacernos daño  también afecta a las personas cercanas. 

Somos humanos y nadie es ajeno al dolor, como lo he comentado en otras oportunidades son etapas que experimentamos para crecer. 

Y ¿qué debemos hacer cuándo nos percatamos que alguien está herido del alma?  
Como nos indica Bulmez comprenderlo y ayudarle; particularmente recomiendo acompañarlo, escucharlo, aceptarlo y tener paciencia, tolerancia ; no obstante es importante darle espacio a esa persona, acompañarle no siendo invasivo ni intervenir en su proceso. Y este mensaje me llegó esta semana y  trato de transmitirlo de la forma más clara: todos somos humanos en procesos y etapas de vidas distintos, nada de los que nos pasa es casualidad, cuando atravesamos ciertas crisis, dolor o heridas del alma es para buscar sanación, para crecer y cada quien debe obtener su aprendizaje, evolucionar con esa experiencia. 

Si queremos ayudar pero somos invasivos, podemos interferir  en su aprendizaje que la vida se lo está colocando allí para que crezca, para que supere la prueba. Hay que medir bien lo que es acompañar, ayudar sin intervenir o entorpecer el proceso de vida del otro. Dios no le da a nadie cargas con las que no pueda. 

Por otra parte ¿y si somos nosotros los que estamos heridos del alma? 
Estamos en proceso de sanación, en la mayoría de los casos las causas son rencor, rabia, falta de perdón,  etc.  Son emociones negativas que debemos soltar y liberar, para estar ligeros de equipaje emocional. 

El rencor, odio, la falta de perdón causan mucho daño a la persona que los experimenta, y pueden producir enfermedades mortales. Se convierten en esas heridas que muerden a la gente de nuestro entorno y a nosotros mismos 

Para muchos no es un secreto que en nuestro camino nos encontramos los denominados  maestros de vida, la mayoría de la gente cree que son sólo las personas especiales que te inspiran ; pues también se trata de los que te encuentras como rocas y obstaculizan tu camino. Un jefe con el que te llevaste mal, una hermana que ha sido de trato difícil contigo, un ex novio mujeriego y mentiroso, etc.  Y son de estos maestros de vida que más aprendemos. Hasta que no superemos la prueba estarán allí haciéndonos resistencia, y si nos alejamos, no enfrentamos el aprendizaje la vida te colocará otro maestro con similares características hasta que aprendas la lección. 

Mi opinión personal: no hay nada que perdonar,  creo que cuando te llenas de amor y ves tu pasado te percatas que sencillamente sólo debes soltar  al universo, lo que pasó ya es parte de tu pasado, experiencia de vida!  Cuando adoptamos el papel de víctimas vemos a los demás como los malos,  "me hizo daño ", etc. Sólo tienes que cambiar la forma de ver las cosas, si las miras a través del amor toda la perspectiva cambia.

Sin embargo para aquellas personas a las que se les hace difícil liberarse de esas emociones negativas,  les recomiendo las terapias del perdón,  son muy buenas. Le ayudará a ser libre, a sanar. El perdón nada tiene que ver con volver con un ex novio mujeriego, o compartir con el asesino de un familiar,  pues no. Consiste en abrir las puertas de tu alma y dejar ir todas esas emociones negativas,  soltar.

Recomiendo una meditación en la que te imaginas la persona o la situación, y le dices:  te libero y te dejo ir, gracias por el aprendizaje. Muchas veces también importante el perdón hacia nosotros mismos, la gente a veces vive con un dolor interno por sentir culpa.

No hay nada que perdonar,  sino tener disposición a soltar y pasar la página, continuar el camino, nada es bueno o malo sencillamente "es" . Eres un ser que vino a ser pleno, asume tu poder, suelta el drama, no te aferres al dolor.  Sana las heridas que muerden y sé feliz. Mira la vida con amor, y así entenderás que alguien quizás te maltrató porque estaba herido, o quizás te comportaste en determinada situación de una forma no adecuada porque  te sentías mal, ,o tenías una visión errada o limitada en ese momento,  etc.

Como dice una canción de reguetton "lo que pasó, pasó " no tiene sentido seguir atados a eso. Tu vida sigue,  y para que puedas disfrutar, seguir tu vuelo,  entonces libera, deja ir las emociones que no te funcionan, que te limitan y te muerden el alma. 

Vamos a dejar ese papelito de víctimas, tienes el timón de tu vida,  confía en Dios, pídele sanación para tu alma, que guíe tus pasos, que te fortalezca y si es necesario que te de un nuevo corazón.Entre sus respuestas te regalará un nuevo amanecer, una nueva oportunidad.

También es importante renunciar a juzgar y criticar,  no eres nadie para hacer eso. Sólo Dios puede juzgar y creo que ni siquiera lo hace, porque su misericordia y amor escapa a nuestro entendimiento ; entonces tu pequeño  saltamontes serás más libre en la medida de que dejes de ser juez de los demás,  cada persona tiene su cruz, sus procesos, que sólo estando en él podrías comprender. Lo certifico, juzgar y criticar es un vicio; soy humana lo entiendo perfectamente porque lo he experimentado en carne propia.

Quisiera aclarar lo siguiente,  somos humanos tenemos el derecho de experimentar dolor, ira, rabia,  etc. Lo reconocemos y aceptamos. Lo que es dañino es permanecer atados a eso por mucho tiempo, debemos hacer una limpieza mental y emocional con regularidad. Pues mucha gente vive con esas emociones por años en su interior, lo cual consume el alma, nos destruye, es un peso que impide volar alto. Iremos por el camino mordiendo a otros, porque no tenemos paz allá en lo profundo del alma. Sé tolerante contigo y con los demás. 

Quizás nos pase como Ricardo Bulmez con su relato del perro y años más tarde lleguemos a comprender que aquella persona  no nos maltrató intencionalmente sino que eran sus heridas internas las que nos mordieron.

La invitación es sanar las heridas que muerden,  llénate del amor de Dios,  esa es la sanación suprema. Y ser comprensivos en nuestro camino con los que tienen malestar del alma. 

El amor lo cura todo, es mágico.

Bendiciones y sigamos nuestro camino. 

Eglee Yadira

lunes, 12 de junio de 2017

MIENTRAS LLEGA LA NOCHE...


Eran las 7 pm y sentí la necesidad de estar un rato sola en el patio.
Estaba en silencio y poco a poco el sol se ocultaba, muchas partes estaban quedando a oscuras. De repente llegó una brisa suave, agradable. En cierta forma la sentí como caricias,  y allí casi en medio de ese patio que parece un bosque, se escuchaba el sonido de las hojas,  en armonía, en paz.
También vi un murciélago pasar, era su hora de salir a dar un paseo, con su presencia hizo enigmática la noche que apenas comenzaba.

Es una sensación indescriptible,  estaba sola quedando en la oscuridad, sin embargo con una tranquilidad divina y me percaté de muchas cosas:

1. La importancia de vivir el aquí, el ahora. Pues sólo en el momento presente puedes apreciar lo que ocurre a tu alrededor, cada instante es único, y sólo estando allí experimentando la vida en cuerpo, mente y alma presente.
2. Aprender de la naturaleza, es tan maravillosa, la obra  perfecta de Dios, tan llena de amor.
3. Nunca estamos solos, aunque creas que en algún momento estás totalmente solo (a), te equivocas, es cuestión de saberlo apreciar, con la intuición, sentidos y con la percepción del alma. La compañía no sólo es física,  la vida es magia, no me lo creas percíbelo y no tengas miedo.
4. Aunque el sol se oculte,  aunque te quedes en la oscuridad, si tienes luz en ti no tendrás miedo. Serás capaz de apreciar la belleza de la noche, de cada ciclo en la vida. Tu luz interna te guiará.
5. Y el sonido de las hojas de los árboles al moverse con la brisa,  me indicó que es fundamental fluir en armonía, confiando en Dios. Cuando pides al padre te muestre el camino, te envié la brisa anda en paz,  déjate guiar confiando en él, teniendo fe y alegría.

Todas estas apreciaciones en menos de 10 minutos, gracias a estar viviendo el aquí y el ahora.

El mensaje recibido se resume en "vive sin miedo aquí y ahora, fluye, suelta,  confía en Dios. Y ¿sabes cuál es esa luz tan importante que hay en ti ?:  se llama Amor "

Eglee Yadira