domingo, 15 de marzo de 2015

EL NIÑO INTERNO

En los primeros años de la infancia somos receptivos a todo lo bonito, vamos conociendo nuestro entorno y es por ello que a los niños les fascina lo que destaque como las flores, animalitos, un ejemplo de ello son las mariposas, a ellos les encantan sus hermosos colores y correr detrás de ellas etc. Sin embargo llega un momento en el que nos hacemos adultos y dejamos de correr detràs de los grillos, nos olvidamos de todo eso, nos llenamos de ocupaciones “importantes”, preocupaciones, rutinas y surge como una desconexión con aquello que es sencillo pero que en una etapa de nuestro existir nos llenó de tanta satisfacción.

Es por ello que mucho se habla de mantener vivo a nuestro niño interno, que no es más que conservar en nosotros siendo adultos esas virtudes propias de la infancia, como la curiosidad, alegría, creatividad, ilusión y asombro por cada pequeña cosa pero que a la vez es tan extraordinaria, eso que te llena el alma de un sentimiento maravilloso llamado Felicidad . E.Y.F.M.

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