viernes, 16 de octubre de 2015

VIVIR CON FE





Cuando se me sugirió escribir sobre la fe, no pensé que me sería tan difícil hacerlo. Sin embargo confío y fluyo para que las palabras sean inspiradas.
 
A menudo escuchamos cuando las cosas están difíciles:“hay que tener fe”, inclusive muchos de nosotros hemos aconsejado a otros “tenga fe”. Sin embargo ¿Qué es la fe? Es sencillamente creer, es confianza, seguridad. Generalmente está ligada a la parte religiosa no obstante puede aplicarse en otros ámbitos. Leí a través de la red que “La fe es sinónimo de creer, por lo tanto es la base fundamental para lograr las cosas en nuestra vida, ya que cuando tenemos la confianza en que las cosas pueden ser como queremos es lo que las hace posible” Anónimo
 
Estas líneas están enfocadas a la importancia de “vivir con fe en Dios”, lo cual es fundamental porque cuando confías en el Todopoderoso, cuando tienes fe en él sientes valentía, entusiasmo, optimismo, eres un ser enérgico; en ningún momento te asustan los tiempos de incertidumbre, ni los cambios.
 
Es cierto la fe en Dios espanta el miedo, las dudas. Y estas dispuesto a fluir con plena confianza porque aunque no sabes que vendrá confías en que el Padre quiere lo mejor para ti, y en caso de que se te presenten pruebas, retos también confías que nuestro padre celestial jamás dejará que tengas pruebas con la que no puedas. Además con fe siempre recibirás ayuda del cielo para superar cualquier cosa y evolucionar si estás dispuesto.
 
En Mateo 17:20 Jesús manifiesta lo poderoso que es tener fe: “Porque ustedes tienen muy poca fe. De cierto les digo, que si tuvieran fe como un grano de mostaza, le dirían a este monte: Quítate de allí y vete a otro lugar, y el monte les obedecería. ¡Nada sería imposible para ustedes!”
 
Entonces según todo lo anterior vivir con fe es sumamente trascendental y marca la diferencia, tener fe en Dios, en tus capacidades. De hecho para pedirle al cielo debes hacerlo con fe, de que tu petición es posible, imagínate que alguien pida un deseo al padre pero en su corazón duda de que eso sea posible, ¿será que ese sueño se cumplirá? Cuando ni el mismo lo cree viable.
 
Existen dos puntos importantes que implican la Fe. La primera de ellas es tener paciencia, saber esperar, ya que el tiempo de Dios no es como el nuestro. Quieres algo con todas tus fuerzas y confías que te lo dará pero cuando sea el momento idóneo para ti, la fe no es desespero, si sientes ansiedad entonces allí hay dudas. Recuerda ese dicho “El tiempo de Dios es perfecto”, así que suelta y fluye, sólo el todopoderoso sabe cuando te será dada tu petición.
 
Y la segunda es que no sólo es esperar a que ocurra el milagro, sino que en la mayoría de los casos requiere que des el paso “anda y has que suceda”, pues eres un instrumento de Dios en Acción. A veces puedes rezar, pedir día y noche, pero si te quedas estático, cómodamente confiando que eso bajará de las alturas tal vez no pasa nada. Sin embargo el cielo está a la espera de que te muevas, converses, busques, trabajes y te esfuerces para apoyarte, para que el universo entero conspire a tu favor.
 
Entonces la fe es confianza absoluta, implica optimismo, paciencia y cuando te llegue el momento ACCION.
 
Es importante mencionar que hay personas que han perdido la fe en Dios por muchos motivos: por la muerte de un familiar, por una situación difícil que les tocó vivir, por una enfermedad, etc. Tengo conocidos que ya no creen en Dios porque sienten que les quitó un ser querido, a veces creemos que las personas nos pertenecen. Cuando nacemos tenemos garantizada la muerte, sin embargo nos cuesta mucho aceptarla cuando se presenta.
 
Hay cosas que suceden que escapan a nuestro entendimiento actual, debes superarlas y confiar. Todo el mundo ha sufrido la pérdida de un familiar, sin embargo la fe y el tiempo les ha dado resignación, y es que en vez de pensar que Dios te los quitó, debes dar las gracias porque el padre te dio la oportunidad de tener a esa persona en tu vida, todos los momentos que compartiste a su lado. Esa es una bendición. Estos seres no son tuyos son de Dios, y de alguna forma te escogieron para que compartieras en su tren de vida. El cielo espera atento a que estas personas en algún momento se reconcilien con el creador.
 
Sería muy fácil confiar cuando todo está color de rosa, pero todos sabemos que la vida tiene altibajos. La fe es valiosa para los momentos de crisis, es allí donde es de utilidad, porque todos tenemos problemas. Y si tu fe está fortalecida será la base que te sustente en esos tiempos, en cambio si eres de poca fe entonces te vas a desmoronar.
 
Los problemas, las situaciones donde tocas fondo son las que te dejan el aprendizaje para la vida. Cuando las superas subes un escalón en tu evolución personal, creces. Y tu fe es vital para lograrlo.
 
Todos podemos fortalecer nuestra fe, la refuerzas a través de la relación personal que entablas con Dios, de tus conversaciones con el día a día. Mucha gente cree que la fe se fundamenta sólo en la ideología, en el conocimiento, pues creo que está en el corazón, donde sientes que te comprometes con Dios . La Biblia dice que “la fe viene por el oír la Palabra” (Ro. 10:17), y por supuesto para creer debemos conocer sobre Dios, sin embargo hay mucha gente estudiante de la palabra, y en su corazón no tienen fe autentica.
 
Algo que me pareció hermoso encontrado en internet decía más o menos así: la fe no actúa por la fuerza de la imaginación ni por sugestión, sino por medio de la unión del ser humano con el manantial de toda vida y fuerza, de la unión con Dios.
 
El papa Francisco ha hecho hincapié que la fe debe dar frutos, a través de un estilo de vida, que implique fe para ayudar a los demás, para acercarse a Dios. Para perdonar.
“La fe auténtica, abierta a los demás y al perdón, hace milagros.” Papa Francisco
 
Acostúmbrate también a orar y pedir al cielo por otros. Y no sé si te lo has planteado pero siempre trata de ayudar, esto no implica necesariamente dar algo material. Si está en tus posibilidades hazlo, pero también incluye estar allí cuando alguien necesite, apoyar, escuchar, acompaña y motivar cuando nuestros hermanos lo necesiten etc. Es parte de poner tu fe en acción.
 
Cito algunos versículos de la Biblia para argumentar este escrito, sin embargo no importa si profesas alguna religión o no, ya que este mensaje es para ti como hijo de Dios que eres. Para nuestro padre no existe división, aunque muchos se empeñen en eso.
 
Les recomiendo hacer un ejercicio de contacto con la naturaleza, anda a un jardín, un parque, bosque, montaña o playa y observa las obras del creador, lo maravilloso y perfecto de cada elemento de su creación, suelta y llénate de su esencia, permite conectarte con esa energía, siente que eres parte de todo ese encanto, y allí encontrarás una gran fuerza en tu corazón, una gran fortaleza, llénate de amor, así no veas a Dios lo puedes sentir presente, porque hay una chispa de él en ti. Con sólo observar y detallar lo hermoso que es este mundo no te va a quedar duda de que Dios te ama, Dios es misericordioso y confiarás, tendrás fe en él. No es imaginación, ni sugestión es real.
 
Otra de mis sugerencias es ver películas, documentales o leer libros de biografías de personas que han llevado una vida de fe. Allí podrás darte cuenta que por este mundo ha pasado gente maravillosa que a pesar de atravesar por circunstancias sumamente difíciles mantuvieron una vida digna de amor, fe y servicio.
 
Para finalizar quiero dejar claro que es normal que en algunos momentos difíciles de nuestras vidas podamos sentir dudas, sin embargo no te culpes por eso. Reza, pídele a Dios con la pureza de tu alma que fortalezca tu fe, que te empodere a través de ella. Y yo Egleé Yadira confío en que cada vez que pedimos algo con humildad y de corazón en el cielo nos escuchan y ayudan.
 
 
Bendiciones
 
Egleé Yadira Fábrega